El 2016 ha sido el mejor año de mi vida cervecera. Claro que es recién el primero haciendo cerveza, pero considerando los años de entrenamiento probando y estudiando el tema, entonces sí fue el mejor.
¿Qué esperamos el 2017?
Sólo llevamos 8 meses y 12 cervezas elaboradas, y este próximo año además de realizar la mayor cantidad de cervezas que el tiempo nos permita, tenemos algunas metas que cumplir:
- Implementar una segunda cámara de fermentación.
Actualmente podemos fermentar a temperatura controlada solo una cerveza, lo que obliga a postergar la siguiente elaboración aún teniendo tiempo. Además complica hacer cervezas de fermentación/maduración prolongada (lagers, alto alcohol) porque baja la disponibilidad de cervezas en casa… ¡terrible! También evitamos repetir recetas, para avanzar en el aprendizaje. - Cerveza de barril.
La idea es adaptar la segunda cámara de fermentación para contener 2 a 3 barriles de 20 L (o menos) y disponer de variedades para ocasiones especiales con suficientes comensales, pues a diferencia de la cerveza en botella, una vez pinchado el barril se debería beber pronto (un par de meses, pero depende del estilo… hay que experimentar). - Participar de al menos 1 concurso nivel homebrew.
Idealmente para el segundo semestre y con una receta bien probada, se espera participar de algún concurso con jueces BJCP, con la esperanza de recibir feedback. Me gusta que existan guías de estilos pues ayudan a conocer mejor las variedades, pero no soy tan purista: si una cerveza está buena, me da lo mismo si cumple o no con los descriptores de estilo. Los concursos muchas veces son ganados por las cervezas que más se ajustan a la descripción, a lo establecido. Es lo que los jueces buscan, pero no es mi objetivo. Y aunque a veces se generan opiniones contradictorias entre jueces, dejando ver que no todos están muy preparados, vale la pena participar. - Terminar de leer libros cerveceros.
El 2016 leí pocos libros. Revisé muchos artículos para aclarar dudas, definir recetas, corregir procesos, etc. Antes de comenzar el hobby sí leí varios libros, y seguirán quedando muchos en carpeta. Por lo pronto me interesa terminar algunos que ya tengo: How To Brew de John Palmer (segunda vez), Malt de John Mallett, Yeast de Chris White y Jamil Zainasheff, Hops de Stan Hieronymus y Water de John Palmer y Colin Kaminski.

¿Cómo llegamos aquí?
Ahora la parte aburrida para el lector: cómo llegamos a iniciar este fantástico hobby y a estar revisando lo hecho y tener proyectos para un próximo año.
A fines de los ’90 comencé a beber alcohol (bordeando la mayoría de edad), y en esa época era normal ver distintos tipos de cerveza pues vivía en Valdivia y era fácil encontrar la marca Kunstmann. De vez en cuando se podía acceder a ella a pesar del precio. No le prestaba mucha atención en la época a los estilos ni mucho menos a los procesos.
Pasaron los años y siempre me acompañó la cerveza como una bebida alcohólica de mayor disfrute. Ya estando empleado comencé a comprar regularmente cervezas nacionales y extranjeras que encontraba en el supermercado, aunque fueran más caras que las industriales que acostumbraba a beber. Corría el año 2008 cuando probando marcas nacionales como Kross y Szot, junto a algunas importadas, se comenzó a abrir una ventana a variedades y sabores muy interesantes.
El 2009 tuve la oportunidad de viajar a Alemania por trabajo y probé muchas cervezas aunque no necesariamente artesanales. Creo que desperdicié un poco ese viaje respecto de las cervezas, pero encontré mucha más variedad que lo que había probado en Chile. Sobre todo me fascinaron las cervezas de trigo en schop como Paulaner. Al regreso el bichito ya me había picado y llegué a buscar información de cervezas en Internet.
No sé exactamente cómo llegué a una serie de vídeos en Youtube que pertenecían a un proveedor de insumos de USA (Northern Brewer). En ellos promocionaban sus productos y enseñaban a hacer cervezas, principalmente con grabaciones en las casas de empleados mostrando de forma real y clara lo fácil que era (el programa era Brewing TV). De a poco fue naciendo el sueño de hacer mi propia cerveza: se veía fácil, me permitiría tener disponibles estilos difíciles de conseguir donde yo vivo y podría experimentar con distintos procesos. Además de compartir cervezas y experiencias con otros. ¿No suena entretenido?
Comenzó una etapa de búsqueda de información, mucha lectura, más vídeos y por supuesto nació un deseo ya imparable por dedicarme a hacer cervezas. Sueño con vivir de eso y ser exitoso (cervezas reconocidas, buenas ventas, interés por parte del público y medios especializados, etc), pero siendo realista la idea inicial era experimentar y disfrutar, sin la presión de tener que vender para comer.
Y aquí estamos luego de mucha espera juntando el dinero y aprovechando de estudiar, ¡por fin haciendo y disfrutando de la cerveza hecha en casa!